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Volumen 6, número 5
Abr / May 2012 . vol. 6 / núm. 5

Avances en las pruebas genéticas caninas –y qué significan estas pruebas para Usted

Las pruebas genéticas pueden revelar la herencia de un perro mestizo y decirle si porta alguna mutación genética, que pudiera conducir a una enfermedad en su descendencia. Y algún día pueden hacer que varias de las enfermedades genéticas actuales sean cosa del pasado.

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ARTÍCULO ARBITRADO



Las pruebas genéticas pueden revelar la herencia de un perro mestizo y decirle si porta alguna mutación genética, que pudiera conducir a una enfermedad en su descendencia. Y algún día pueden hacer que varias de las enfermedades genéticas actuales sean cosa del pasado.

Caroline G. McPhee, DVM, PhD

Gran parte de los clínicos veterinarios enfrentan a diario preguntas de los propietarios con respecto a la genética de sus mascotas. Las discusiones incluyen el riesgo de enfermedad en determinadas razas, certeza de la herencia genética y la asignación de raza pura en mascotas con origen desconocido. Gracias al desarrollo de la tipificación del DNA genético, los clínicos tienen cada vez más poder con estos medios para responder a tales preguntas. Para los clínicos, tal vez sea de mayor interés la capacidad de determinar con mayor precisión el riesgo de las enfermedades genéticas. Como sucede en medicina humana, el potencial existe para personalizar las medicinas para pacientes veterinarios, en donde la atención médica se ajusta al paciente individual en base a su genética. Aquellos clínicos interesados en proporcionar una atención amplia a sus pacientes, ahora pueden ofrecer pruebas genéticas también como una referencia reconocible respecto al tema.

Las pruebas genéticas se encuentran disponibles para varias especies domesticas; sin embargo, en este artículo, me enfoco principalmente en perros. Estas pruebas incluyen identificación de raza, prueba de origen, prueba de rasgos fenotípicos tales como el color de la capa y pruebas de enfermedades genéticas. Este artículo se centra en aquellas pruebas más importantes para los clínicos, tales como las pruebas de enfermedades genéticas caninas e incluye información de la heredabilidad básica de los rasgos genéticos, así como una explicación de la ciencia detrás de estas pruebas.

GENOMA CANINO
Estudios acerca de los orígenes de los perros domésticos demuestran que descienden directamente de los lobos, por lo menos desde hace 14,000 años en eventos de domesticación separados.1 Los perros más modernos parecen haberse originado a partir del lobo del Oriente Medio, con el Basenji reclamando el título como la raza más antigua en la existencia actual.2,3 Con la fundación del The Kennel Club del Reino Unido en 1873 y del American Kennel Club en 1884, se establecieron los registros de raza. Pronto a seguir estaba el desarrollo de la regla de la “barrera de la raza”, en la cual se tenía que reconocer tanto al perro como a la perra como miembros de una raza para que la descendencia pudiera ser registrada. De este modo, las razas se originaron a partir de un fondo genético común limitado de animales, que continúa aislado genéticamente de cada otro.3

El cruzamiento selectivo de este fondo genético común limitado ha conducido a una diversidad espectacular de rasgos fenotípicos en perros, parte de los cuales los hace interesantes para las personas. Sin embargo, viene con un inconveniente -una alta incidencia de enfermedades genéticas. Investigadores han estudiado las causas genéticas de las enfermedades heredables en perros desde la década de 1960.4 Los avances tecnológicos y la disponibilidad de una base de datos mejorada de DNA han aumentado la eficacia y la facilidad de esta investigación. El primer genoma canino se secuenció en 2003 utilizando DNA de un poodle estándar.5 Desde entonces, se han desarrollado más secuenciaciones a fondo y se ha expandido mucho para incluir el DNA de otras razas. El acceso a la secuencia genómica de varias razas tiene el potencial de transformar la medicina veterinaria, al proporcionar poblaciones únicas en las cuales estudiar las enfermedades genéticas, conduciendo finalmente a una mejor comprensión de tales trastornos. A través de los estudios genéticos, los genes de razas predispuestas a ciertas enfermedades pueden compararse con los genes de las razas resistentes. Esto limita los efectos de la enorme diversidad genética no relacionada con la enfermedad de interés que existe en la población humana. El potencial de este tipo de análisis ha hecho que el perro sea un medio atractivo en particular para investigar las enfermedades comunes tanto en perros como en personas, para beneficio de ambos.

PRUEBAS DE ENFERMEDADES GENÉTICAS
Gracias a los esfuerzos de los investigadores genéticos se encuentran disponible muchas pruebas para enfermedades genéticas caninas (Cuadro 1). Las mutaciones genéticas únicas se han identificado como la causa de gran parte de estas enfermedades. El entendimiento de los diferentes patrones de herencia es necesario cuando se recomiendan pruebas, así como en la interpretación de los resultados. Los genes mutados pueden expresarse de una manera dominante o recesiva, y pueden localizarse en cromosomas autosómicos o sexuales. Todos estos factores afectan en cómo la mutación impacta al animal.

Gran parte de los genes causales identificados se heredan de una manera autosómica recesiva. Recuerde que la mayoría de las células tiene dos copias de cada cromosoma y, por tanto, dos copias de cada gen, una enfermedad autosómica recesiva requiere dos copias del gen defectuoso para que la enfermedad se manifieste. El portador de una enfermedad autosómica recesiva es un animal que tiene un gen normal y uno defectuoso (heterocigoto), sin signos de la enfermedad (Figura 1). Este animal puede pasar el gen defectuoso a su descendencia y, en caso de cruzarse con otro portador, la descendencia tendrá el 25% de probabilidades de ser homocigoto para la mutación y sufrir de la enfermedad. Sin pruebas genéticas, la identificación prospectiva de portadores de la mutación implica probar la progenie a partir de cruzamientos de portadores conocidos -lo cual es una tarea difícil. Por lo general, los resultados de las pruebas genéticas para los rasgos autosómicos recesivos se reportan como “negativo” o “normal” (sin mutación en algún gen), “portador” (una mutación), o “positivo” o “afectado” (ambas copias del gen están mutadas).


 

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