Trauma quirúrgico y la segunda víctima
La metáfora del "cono de la vergüenza" se aplica a los profesionales veterinarios que padecen de trauma secundario luego de errores médicos. Si usted está sufriendo y se encuentra alterado luego de cometer un error durante la cirugía, existen pasos que usted puede tomar para recablear su cerebro.
La metáfora del “cono de la vergüenza” se aplica a los profesionales veterinarios que padecen de trauma secundario luego de errores médicos. Si usted está sufriendo y se encuentra alterado luego de cometer un error durante la cirugía, existen pasos que usted puede tomar para recablear su cerebro.
Sarah Wooten, DVM
A los veterinarios se nos entrena como grupo para tomar decisiones confiables y rápidas en cirugía, con muy poco margen para un error. Esta profesión también tiene una cultura de culpa - o por lo menos, nosotros no recibimos pláticas acerca de nuestros errores quirúrgicos. Aun si fuimos lo suficientemente valientes como para discutir un error, podría resultar en demandas por negligencia médica, perdida de un trabajo o autoestima dañada. Nosotros vivimos con el conflicto interno de habérsenos enseñado acerca de la incertidumbre de los resultados quirúrgicos, junto con la inaceptabilidad del error quirúrgico.
En medicina veterinaria, la intervención inmediata o el consejo a nivel individual luego de un error quirúrgico o médico, no constituye parte de nuestra gran cultura. En cambio, nosotros nos ocultamos o intentamos poner un rostro valiente e intentamos sobrevivir el día a día, apretando nuestros dientes durante agotadoras cirugías de suprarrenales…. o simplemente abandonando por completo la profesión.
La lucha es real, mis amigos.
En lo que se refiere a errores quirúrgicos hay una víctima evidente – el paciente – pero también hay una segunda víctima, y esta es el cirujano. El término “segunda víctima” lo acuñó Albert Wu, MD, MPH, profesor de manejo y políticas de salud en la Johns Hopkins School of Public Health, en su descripción del impacto de los errores médicos o quirúrgicos. Conclusión: en situaciones de errores médicos o quirúrgicos, el veterinario que comete el error necesita también ayuda.
Vuelva a leer otra vez la última frase.