5 cosas que usted necesita saber acerca de la agresión por alimentos

Utilice estos consejos para ayudarles a los clientes preocupados por sus mascotas durante las horas de comida.

Sarah Wooteb, DVM

Para gran parte de los clínicos generales, las consultas acerca de la conducta no son el aspecto fuerte, pero todavía hay consejos básicos que usted debe y tiene que proporcionarles a sus clientes, con respecto a la agresión por los comederos. Julia Albrigth, DVM, MA, DACVB, conferencista de Fetch dvm360 comparte cinco consejos para manejar las preguntas acerca de las agresiones por los comederos para los clientes preocupados.

1 Permita que los perros dormidos sigan así y que los perros con hambre coman
La evitación es una buena idea, independientemente de la elección de la familia para una modificación estructurada de la conducta, dice la Dra. Albrigth. En algunas situaciones, la familia puede encontrar que la evitación es la mejor política (alimentar detrás de una barrera física y no relacionarse con el perro mientras come). Si hay niños implicados, alimente al perro a través de una puerta cerrada para evitar incidentes. Los clientes tal vez sientan que esto es todo lo que se necesita para conservar a todo mundo seguro y feliz. Aparte de algunas excepciones, con algunos perros nuevos o cachorros, que puedan requerir aprender que el alimento no es un recurso escaso, nunca alimente libremente a un perro con agresión por los comederos. Si el alimento está ahí todo el tiempo, entonces el perro puede sentir la necesidad de vigilar continuamente el recurso dice la Dra. Albrigth.

2 La emoción conduce a la conducta
Como Sophia Yin, DVM, nos lo demostró, el entrenamiento a base de premios es una manera humana y muy eficaz de modificar cualquier conducta. Sin embargo, no debemos olvidarnos del estado emocional subyacente de un perro, lo que también puede motivar a que actúe de cierta manera. Iván Pavlov (aquel que sonó la campana) es famoso por reconocer el tipo de aprendizaje involuntario (también conocido como condicionamiento clásico) que ocasiona una asociación entre una persona, lugar o cosa y un estado interno. Un estímulo aparentemente neutral puede, por tanto, desencadenar una respuesta emocional intensa. Por ejemplo, un perro con ansiedad por separación observa que usted toma sus llaves y comienza a lloriquear debido a que las llaves significan que usted se aleja. El perro no se decide a quejarse; es una reacción involuntaria aprendida a través de la repetición al igual que los perros de Pavlov que salivaban cuando sonaba la campana. Por otro lado, el entrenamiento a base de premios, o condicionamiento operante, es una conducta de aprendizaje a través de las consecuencias – ya sean premio o castigo. En este ejemplo, intentar reducir el lloriqueo a través de una corrección aversiva, aumenta el malestar que siente el perro acerca de que su familia se aleje, haciendo que la ansiedad por separación empeore a la larga.
    
Del mismo modo, la agresión por los comederos también puede abordarse utilizando principios de condicionamiento clásico.