
Identificación y tratamiento de urolitiasis canina y felina
El manejo de la condición incluye terapia postoperatoria y cuidados de seguimiento
Por Rachel W. Williams, DVM, DACVS (SA)TEMA DE PORTADA - UROLOGÍA
El manejo de la condición incluye terapia postoperatoria y cuidados de seguimiento
>La urolitiasis es una queja común en perros y gatos que se presentan en servicios veterinarios de urgencias, atención primaria y especialidades. Aunque los urolitos pueden aparecer en cualquier parte del tracto urinario, la vejiga es la ubicación más común.1
Los urolitos pueden ser identificados accidentalmente debido a un uroanálisis o una obstrucción urinaria potencialmente mortal. El diagnóstico y la intervención oportunos son importantes para maximizar la probabilidad de un resultado exitoso.
Diagnóstico
Muchos pacientes con urolitiasis presentan signos del tracto urinario inferior, tales como hematuria, estranguria y polaquiuria. En casos de obstrucción urinaria, se pueden presentar antecedentes de esfuerzo para orinar sin producción, vómito y anorexia. Aunque la generación de imágenes de diagnóstico es el método ideal para diagnosticar urolitiasis, no se deben pasar por alto otros diagnósticos.
Los urolitos se clasifican ampliamente como radiolúcidos o radiopacos, aunque en la práctica clínica existe más un espectro que una clasificación binaria. Históricamente, los cristales de urato y los cálculos de cistina se clasifican como radiolúcidos, y otros tipos de cálculos (p. ej., oxalato de calcio, estruvita, sílice y brushita) se clasifican como radiopacos.
Tras la confirmación de la presencia de cálculos quísticos, es esencial realizar diagnósticos adicionales para identificar cualquier condición concurrente que pueda contribuir a la formación y recurrencia de cálculos. Dichos diagnósticos adicionales incluyen un panel bioquímico para evaluar la hipercalcemia, un factor de riesgo conocido para la formación de oxalato de calcio, o cambios en las enzimas hepáticas sintéticas que pueden indicar patología hepática o presencia de una derivación portosistémica que puede impulsar la formación de cálculos de urato. También se debe realizar un análisis de orina para detectar bacteriuria o piuria, así como para medir el pH en caso de que sea necesaria la alcalinización o acidificación de la orina después de la determinación del tipo de cálculo para minimizar las posibilidades de recurrencia.
Opciones de tratamiento
Dependiendo del tamaño y la cantidad de cálculos, así como del tamaño y la especie del paciente, pueden estar disponibles varias opciones de tratamiento, tales como urohidropulsión miccional, recuperación cistoscópica u opciones quirúrgicas tales como cistotomía o cistolitotomía percutánea. Es importante señalar que el único tipo de cálculo que se puede disolver es la estruvita.
Cistotomía
Se realiza una celiotomía caudal y la vejiga es aislada y exteriorizada. Se coloca una sutura de retención en el vértice vesical utilizando monofilamento 3-0 o 4-0, según corresponda. Se realiza una incisión punzante en la cara ventral de la vejiga y se extiende la incisión con tijeras Metzenbaum. Se puede utilizar una cucharilla quirúrgica para remover los cálculos de la vejiga. Se debe pasar un catéter de goma roja del tamaño adecuado en sentido retrógrado y utilizarlo para enjuagar cualquier cálculo uretral restante en la vejiga para su extracción. La cirugía no debe considerarse terminada hasta que se hayan eliminado todos los cálculos residuales a través de la cistotomía. Se debe obtener una pequeña muestra de la mucosa de la vejiga y enviarla para su cultivo. El cierre de la vejiga puede realizarse con un patrón simple interrumpido o continuo, utilizando una sutura de monofilamento 3-0 o 4-0. La vejiga cicatriza muy rápidamente y alcanza la resistencia de tejido normal en 14 a 21 días, por lo que se recomienda un monofilamento de rápida absorción como Monocryl o Biosyn para el cierre. La prueba de fugas queda a criterio del cirujano, pero se recomienda enfáticamente para cirujanos novatos. Esto se puede hacer a través del catéter urinario o inyectando solución salina estéril directamente en la vejiga con una jeringa y una aguja.
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