Atendiendo la movilidad en mascotas

Analicemos cómo puede estar atento a los problemas de movilidad durante una visita de bienestar de rutina. Comenzamos con cuándo se debe realizar una evaluación de movilidad, observamos cómo se puede realizar fácilmente dentro de una visita de bienestar y analizamos qué puede hacer cuando determina que puede haber un problema de movilidad.

  ¿Cuándo debería hacer una evaluación de movilidad?  
Cada nuevo paciente debe tener una evaluación de movilidad, independientemente de su edad. Incluso los cachorros jóvenes pueden comenzar a mostrar signos de enfermedad ortopédica del desarrollo (EOD) a una edad muy temprana. Cuanto antes detectemos estos problemas, mayor será nuestra oportunidad de intervenir y ayudar a estos pacientes.

Cada paciente debe recibir una evaluación de movilidad en las visitas de bienestar anuales y semestrales. La salud musculoesquelética y neurológica no debe tratarse de manera diferente a la enfermedad renal o hepática; es mucho mejor detectar un problema mediante una prueba de detección antes de que se desarrollen signos clínicos. Esto tampoco se limita a los perros, porque los gatos también pueden mostrar signos sutiles de malestar o debilidad que se pasan por alto o se atribuyen a otras afecciones.

  ¿Cómo se puede incorporar una evaluación de movilidad en una visita de bienestar?  
Una evaluación de movilidad no lleva tanto tiempo como podría pensar. La evaluación comienza con la señalización y un historial exhaustivo. Es imprescindible prestar especial atención a los detalles de las razas con riesgo de sufrir afecciones ortopédicas. Los labradores, golden retrievers, pastores alemanes y rottweilers son algunas de las razas más populares que tienen una mayor prevalencia de EOD, tal como displasia de cadera y codo, así como enfermedad del ligamento cruzado craneal (LCC).

Las razas pequeñas tales como chihuahuas, pomerania y yorkshire terriers tienen una mayor tendencia a sufrir luxación rotuliana, y los animales castrados junto con las mascotas mayores también tienen una mayor incidencia de enfermedades articulares.1 Los perros condrodistróficos tales como salchicha, pugs y bulldogs franceses tienen una mayor prevalencia de la enfermedad del disco intervertebral, la cual a menudo pasa desapercibida hasta que es grave. Ciertas razas también tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas; por ejemplo, los pastores alemanes, los boxers y los corgis galeses tienen un mayor riesgo de mielopatía degenerativa. Los retrievers están sobrerrepresentados con polineuropatía por parálisis laríngea de inicio geriátrico.

Hacer las preguntas correctas de la manera correcta puede proporcionar mucha información, incluso de un cliente que desconoce por completo que su mascota tiene problemas de movilidad. Podemos hacer algunas preguntas específicas que impulsarán una conversación y generarán más pistas de que existe un problema de movilidad. Estos se pueden incluir en una visita de bienestar. Aún mejor, haga que los clientes completen un cuestionario antes de su visita. Otra opción es que un asistente o técnico revise esto con el cliente y marque cualquier respuesta que genere inquietudes.

Los siguientes son ejemplos de preguntas que pueden resultar útiles para detectar signos sutiles de un problema de movilidad. Si el cliente responde "sí" a cualquiera de las siguientes preguntas, pídale que proporcione detalles sobre cuándo ve que esto sucede, qué está viendo, si está mejorando o empeorando y durante cuánto tiempo lo ha observado.

  Cojera/debilidad/ataxia  

• ¿Ha visto a su mascota cojeando o favoreciendo una pata?
• ¿Se mueven con torpeza o están desequilibrados?
• ¿Parece que son torpes, tropiezan, se arrastran o se tambalean?
• ¿Oye que las uñas de las patas se arrastran mientras camina?
• ¿Su mascota se mueve sobre pisos duros o los evita?

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