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Volumen 8, número 4
Feb / Mar 2014 . vol. 8 / núm. 4

Un vistazo a la enfermedad orbitaria canina Causas, diagnósticos y tratamiento

Una variedad de trastornos pueden ocasionar enfermedad orbitaria y debido a que los signos clínicos pueden ser similares para cada uno de ellos, resulta crítico tener una comprensión clara de lo que busca y cómo tratar, con el fin de lograr el resultado con más éxito en sus pacientes veterinarios.

Por Juliet R. Gionfriddo, DVM, MS, DACVO,

ENFERMEDAD ORBITARIA artículo arbitrado

Una variedad de trastornos pueden ocasionar enfermedad orbitaria y debido a que los signos clínicos pueden ser similares para cada uno de ellos, resulta crítico tener una comprensión clara de lo que busca y cómo tratar, con el fin de lograr el resultado con más éxito en sus pacientes veterinarios.

Por Juliet R. Gionfriddo, DVM, MS, DACVO y William C. Aaroe, DVM


¿Entre pacientes? Sinopsis artículo
La enfermedad orbitaria es común en perros a causa de la anatomía de la órbita canina. Hay una cantidad de causas para la enfermedad orbitaria incluyendo abscesos orbitarios, celulitis, quistes, neoplasias, miositis y anomalías vasculares orbitarias. La historia clínica del paciente, los rasgos característicos y el examen ocular y los resultados del examen físico pueden ayudarle a enfocarse en cuál es la causa responsable de los signos clínicos. Las pruebas diagnósticas adicionales, tales como ultrasonografía, tomografía computarizada e imágenes por resonancia magnética también pueden ser de utilidad. El tratamiento varía, dependiendo del diagnóstico y puede incluir tratamiento antibiótico o antimicótico, además de cirugía. El pronóstico varía desde bueno hasta reservado con base en el diagnóstico y tratamiento elegidos.
 

A una clínica veterinaria en Colorado llevaron a consulta una hembra poodle miniatura, castrada, de ocho años de edad, con la queja de un ojo derecho inflamado el cual había estado así durante varios días. El pulso y la frecuencia respiratoria de la perra estaban normales, pero su temperatura se encontraba ligeramente por arriba de lo normal (39.2 C). Los hallazgos al examen físico resultaron normales, excepto que el ojo derecho estaba exoftálmico y el tercer párpado protuído hacia la mitad de la córnea. Además, la perra lloraba de dolor cuando se abría su boca de manera manual.

Los signos clínicos mostrados por esta perra podrían agruparse en una sola etiología -enfermedad orbitaria. Hay muchas causas de enfermedad orbitaria incluyendo masas que ocupan espacio retrobulbares (abscesos orbitarios, celulitis, quistes o neoplasias), miositis; o alguna anomalía vascular orbitaria.1-20

PANORAMA DE LA ENFERMEDAD ORBITARIA CANINA
Las enfermedades orbitarias son relativamente comunes en perros debido a la anatomía de la órbita. Los perros poseen una órbita incompleta y el piso se encuentra formado parcialmente por el esfenoides y los huesos palatinos; el resto son músculos y tejido conectivo.2,21 Esta anatomía le permite al perro abrir sus quijadas de manera amplia para ingerir a la presa, pero reduce su protección orbitaria.21 Asimismo predispone a los perros a invasión orbitaria por cuerpos extraños que provienen a través del piso de la boca, alojándose en la órbita y conduciendo a celulitis y abscesos retrobulbares.2

La órbita es un espacio confinado relativamente, así que las masas que ocupan espacio, o las inflamaciones, resultan de manera más común en el exoftalmos del globo ocular (Figura 1). Sin embargo puede haber enoftalmos en ocasiones si la masa que ocupa espacio se ubica de manera anterior en la órbita, de modo que empuje el globo hacia atrás (Figura 2).1 También puede haber pérdida de la motilidad ocular, estrabismo, congestión de vasos sanguíneos, protusión del tercer párpado y ceguera. El dolor puede ser intenso, o ausente, dependiendo de la etiología y extensión de la enfermedad orbitaria.

Cuerpos extraños y abscesos
Los cuerpos extraños pueden penetrar a la órbita a través de la conjuntiva o el techo de la boca. Muchos tipos de cuerpos extraños orbitarios que se han informado incluyen puntas de pasto, espinas de puerco espín y pellets de escopetas.4-8 Los cuerpos extraños pueden ocasionar celulitis y abscesos.4-8 Aquellos perros con cuerpos extraños pueden presentarse con cierto grado de exoftalmos, protusión del tercer párpado y dolor intenso al abrir la boca.2 Puede haber descarga ocular purulenta o mucopurulenta, así como inyección conjuntival y episcleral, aunque el globo ocular en sí mismo con frecuencia se haya normal si no está penetrado por algún cuerpo extraño. El perro puede tener fiebre si existe algún absceso. Los perros más afectados son los jóvenes, ya que tienen mayor probabilidad de masticar cuerpos extraños.

En un estudio retrospectivo de 34 perros y siete gatos con abscesos orbitarios la ruta más común por la cual las bacterias penetraron a las órbitas fue a través de la extensión de estructuras adyacentes infectadas, cuerpos extraños y traumatismos por penetración.3

 1. Exoftalmo debido a una masa retrobulbar en un perro. Obsérvese la desviación lateral del globo ocular.

 2. Enoftalmos en un perro, como consecuencia de una masa retrobulbar.

De los 34 perros, casi 60% tuvo resultados a cultivo bacteriano. La bacteria cultivada más a menudo fue de los géneros Staphylococcus, ClostridiumEscherichia, Bacteroides y Pasturella.  Gran parte de los microorganismos aerobios resultaron susceptibles (in vitro) a varios antibióticos incluyendo amikacina, cestiofur, gentamicina, imipenema, ticarcilina y trimetropim-sufametoxazol.3

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