
Jerarquía de necesidades de Miauslow
Los gatos tienen necesidades más allá del alimento y cobijo. Y mientras mejor comprendan usted y sus clientes estas necesidades, más cercanos estarán los gatitos en su consultorio de alcanzar su potencial máximo.
Los gatos tienen necesidades más allá del alimento y cobijo. Y mientras mejor comprendan usted y sus clientes estas necesidades, más cercanos estarán los gatitos en su consultorio de alcanzar su potencial máximo.
Elizabeth Colleran, DVM, DABVP (feline practice)
Si usted se ha inscrito a un semestre de Psicología 101 (en Estados Unidos), usted probablemente se habrá sentado en una plática acerca de las jerarquías de necesidades de Abraham Maslow y de su pirámide para describir cómo las personas están motivadas. De acuerdo con Maslow, las personas se encuentran motivadas para satisfacer sus necesidades personales y ciertas necesidades son más importantes que otras. Por ejemplo, las personas consideran suficiente alimento y agua antes de buscar satisfacer sus sentimientos de logro, aunque Maslow considera a todas como necesidades. Como usted bien sabe, los gatos también son personas, así que la estructura de las jerarquías de necesidades de Maslow todavía se aplica, aunque con algunos cambios:
Necesidades fisiológicas y de seguridad. Estas van pata con pata en el mundo felino. Nada es más importante para ellos que su territorio, y para los gatos resulta crítico saber que pueden descansar sin temer una emboscada. 10,000 años de domesticación no han cambiado su confianza en cuanto a lugar, un sitio para cazar, reproducirse, criar jóvenes, descansar y encontrarse seguro.
Compartir no es una parte en el repertorio de los gatos. Los gatitos son amantes del control. Les gusta tener acceso a todos los recursos que sienten necesitar, todo el día todos los días, sin competencia. Esto incluye alimento, agua, juguetes, camas, sitios para esconderse, perchas, cajas de arena y postes para rascar.
Necesidades de pertenencia y amor. A los gatos por lo general no les gustan otros gatos que desconocen su vida. Aquellos que se han criado juntos desde el momento en que eran gatitos, pueden vincularse por completo y demostrar conductas relacionadas que indican su amistad. Los gatos vinculados comparten recursos y no se amenazan unos a otros. Se aproximan con los rabos en alto, se tallan uno contra otro y descansan en contacto físico. Mientras descansan estos gatos pueden acicalarse uno a otro.