Ayude a sus clientes a afrontar el dilema del cuidador
¿Cómo atiendo a una mascota enferma sin perderme yo mismo?
COSAS ÚTILES
¿Cómo atiendo a una mascota enferma sin perderme yo mismo?
Cuando trabaje con propietarios de mascotas muy enfermas, su valor más importante tal vez no sea en el aspecto médico. Apoyar a los cuidadores de mascotas muy enfermas a través de educación, comunicación y estos consejos del mundo real puede hacer más llevaderos estos momentos difíciles para los propietarios, su personal y, por supuesto, la mascota.
Mary Gardner, DVM |
Durante años cuando me preparaba para los casos de cuidados paliativos, luchaba con el pensamiento, “¿Qué más le puedo decir a este propietario respecto a su mascota? Como veterinaria de hospicio, mis pacientes enfrentaban principalmente enfermedades terminales o que batallaban con enfermedades geriátricas que les impedían su calidad de vida. Afortunadamente, muchos de mis pacientes ya recibían atención de alta calidad por parte de especialistas o veterinarios de atención primaria y se les trata bajo un buen protocolo médico. Al principio de mis 7.5 años como veterinaria de hospicio, comprendí que mi mayor valor no era en la cuestión médica, sino en platicar con los propietarios de cómo ser un cuidador para su mascota, y ayudarles a evaluar la calidad de vida de la mascota. Estas pláticas son invaluables para los propietarios y he aprendido a dominar estas citas. Aquí está lo que usted puede ofrecer:
Dominio: Ayude a que los propietarios de mascotas aprendan tanto como sea posible acerca de la enfermedad de su mascota, los signos clínicos que su mascota tendrá y cómo manejarlos.
Estrategias de superación: Para los propietarios de mascotas, acudir a grupos de apoyo, o aún consejeros, puede ser apropiado durante estos momentos. Si no hay alguno por su zona, busque por grupos de cuidadores para humanos. Aunque no idénticos, ofrecen fabuloso apoyo e ideas de como manejar la fatiga del cuidador. Concéntrese siempre en el maravilloso cuidado que los dueños están proporcionando, en lugar del deterioro de la mascota - lo cual es un resultado inevitable a veces.