Manejo de la parálisis laríngea
Las funciones laríngeas se encuentran comprometidas en caso de que los músculos intrínsecos o el aporte nervioso no sean normales.
ARTÍCULO
Eric Monnet, DVM, PhD, FAHA, DACVS, DECVS
Las funciones laríngeas son regular el flujo de aire, producir la voz y evitar la inhalación de alimentos. Tales funciones se encuentran comprometidas en caso de que los músculos intrínsecos o el aporte nervioso no sean normales.
El músculo cricoaritenoideo dorsal abduce los cartílagos aritenoideos en cada inspiración. El nervio laríngeo recurrente inerva a este músculo. Las lesiones centrales o aquellas al nervio laríngeo recurrente o al músculo cricoaritenoide dorsal resultan en parálisis laríngea en perros y gatos. La parálisis laríngea puede ser unilateral o bilateral.
ETIOLOGÍA
En perros y gatos se han reconocido las formas congénita y adquirida de la parálisis laríngea.
Parálisis laríngea congénita
Este tipo de parálisis se ha reportado en Bouvier des Flandres, Bull terrier, Dálmatas, Rottweiler y Huskies. En Europa se han reportado sobre todo en Bouvier des Flandres y Bull terrier, mientras que en Estados Unidos predominan los Dálmatas y Huskies. La parálisis laríngea tiene una transmisión hereditaria en los Bouvier des Flandres, con un rasgo autosómico dominante. Los perros con parálisis laríngea congénita muestran sintomatología a una edad temprana (antes del año de edad), que en el caso de perros con parálisis laríngea adquirida. Por lo general, aquellos animales con parálisis laríngea congénita tienen varios déficits neuronales, tal como la ataxia.
Parálisis laríngea adquirida
Esta clase de parálisis es la que más se informa en el caso de Labrador retriever, Golden retriever, San Bernardo y Setter irlandés a la edad de nueve años. Asimismo se ha reportado en gatos. La parálisis laríngea adquirida es idiopático más a menudo; sin embargo, deberán descartarse otras causas. Varias enfermedades o trastornos pueden contribuir a la parálisis laríngea. Alguna masa mediastinal anterior o en el cuello que estire o comprima los nervios laríngeos recurrentes, puede inducir una parálisis laríngea. El traumatismo al nervio laríngeo recurrente durante las peleas de perros o cirugías en el cuello puede ocasionar parálisis laríngea. En gatos se ha diagnosticado parálisis laríngea luego de tiroidectomía bilateral. Finalmente, una polineuropatía que implique al nervio laríngeo recurrente es la causa más común de parálisis laríngea. La polineuropatía puede deberse a insuficiencia endocrina (hipotiroidismo). Sin embargo, gran parte de las ocasiones se hace un diagnóstico de polineuropatía idiopática ya que no se identifican causas.
HALLAZGOS CLÍNICOS
Antecedentes
Los signos a la presentación resultan similares para las formas adquirida y congénita: el desarrollo de los signos es lento con frecuencia; pueden pasar de meses o años antes de que un animal desarrolle insuficiencia respiratoria intensa. Los signos iniciales comprenden cambios en la voz, seguidos por tos, sobre todo al comer o beber. La resistencia disminuye y aumenta el estridor laríngeo (sobre todo el inspiratorio) conforme empeora la oclusión e las vías respiratorias. En pacientes muy afectados existen episodios de respiración muy laboriosa, cianosis o síncope. Los perros resultan afectados hasta tres veces más que las perras. La parálisis laríngea puede acompañarse de disfagia de diversos grados, la cual aumenta de manera importante la probabilidad de neumonía por aspiración luego de la corrección quirúrgica de la parálisis laríngea.
Examen físico
El examen físico de los perros con parálisis laríngea es más bien de trámite. Los perros tienen una respiración o inspiración laboriosas, que no se alivian al respirar con la boca abierta. La compresión lateral leve de la laringe aumenta de manera notable el esfuerzo inspiratorio. Los ruidos mencionados de las vías respiratorias altas se escuchan durante la auscultación de la cavidad torácica. La auscultación de la cavidad torácica y del campo pulmonar puede revelar la presencia de neumonía en el lóbulo pulmonar anterior, debido a aspiración. En casos de polineuropatía, la palpación de la masa muscular puede revelar atrofia del músculo esquelético. El músculo tibial anterior se halla muy atrofiado de manera común en perros con polineuropatía endocrina: para evaluar a un perro con polineuropatía se requiere de un examen neurológico completo.
Hallazgos de laboratorio
Por lo general, el hemograma y el perfil químico se encuentran dentro de los límites. En perros con hipotiroidismo, en el perfil químico hay hipercolesterolemia, hiperlipidemias y aumento en la actividad de las enzimas hepáticas. Con el fin de definir aún más el diagnóstico se requiere de un perfil tiroideo con TSH endógena y T4 libre. La parálisis laríngea tiene una correlación inconsistente con el hipotiroidismo.