Pregunte al experto: La mejor manera de manejar la atopia felina

DESCARTE OTRAS CAUSAS DE PRURITO
La dermatitis alérgica a las pulgas es la causa más común de enfermedad prurítica en felinos. El control estricto de las pulgas y de todos los animales cada mes es importante para descartar ésta como la única causa de prurito. Otras causas por ectoparásitos deben descartarse también (por ejemplo, especies de Cheyletiella, Notoedres, Otodectes y Demodex). Mientras se detecten o no ácaros (al evaluar muestras obtenidas mediante raspado de piel, desprendimiento de pelo o peinado), están indicados varios tratamientos para descartar estas causas como factores causales de la enfermedad prurítica. Por lo general, es útil un parasiticida  tópico spot on de amplio espectro (selamectina o moxidectina). El uso de sustancias azufradas también es buena opción.

Asimismo se dispone de pruebas para las reacciones cutáneas adversas a los alimentos (alergias a los alimentos). Sin embargo, estas pruebas de alergias a los alimentos no están indicadas por lo general; los clientes se sienten mejor si utilizan una dieta de eliminación (proteína novedosa o dieta hidrolizada). Las reacciones alimentarias adversas cutáneas son más comunes en gatos que en perros y deberá sospecharse con firmeza, cuando se presenta un gato a causa de signos gastrointestinales y dermatitis facial primaria (a pesar del control parasitario).
 
DIAGNÓSTICO DE LA ATOPIA FELINA
Como sucede con los perros, los caballos y las personas, los alérgenos ambientales más usuales que ocasionan signos clínicos son el polvo casero o el polvo de los ácaros caseros. Otros alérgenos comunes incluyen semillas, pastos, árboles y mohos, aún si el gato es casero. Por lo general, el diagnóstico de la dermatitis atópica felina es un proceso de eliminación. Las pruebas a la alergia no son necesariamente una herramienta diagnóstica para la dermatitis atópica; es una prueba que está indicada cuando un cliente está interesado en inmunoterapia. Uno podría argumentar que las pruebas de alergia están señaladas para anulación, pero esto es difícil en varios casos.

Cuando se intenta determinar qué alérgenos deberán ser incorporados en la formulación de la inmunoterapia pueden practicarse serología o pruebas intradérmicas. En comparación con los perros, las pruebas de alergia cutánea son más desafiantes en gatos. Las reacciones parecen ser más inmediatas y menos notables, con una variabilidad en cuanto al eritema y a la formación de roncha. En mi opinión, las pruebas intradérmicas serían, por lo general, la opción superior en perros y equinos, mientras que en gatos yo practico por lo general unas pruebas de serología de manera inicial.

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