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Volumen 8, número 2
Oct / Nov 2013 . vol. 8 / núm. 2

Enfoque diagnóstico a las enfermedades dérmicas en gatos geriátricos

Cuando un gato mayor desarrolla un problema en la piel, la queja a la presentación le indicará a usted un grupo de diagnósticos posibles. De ahí, una historia clínica a fondo y un panel de pruebas diagnósticas le ayudarán a identificar el problema subyacente.

Por Darcie Kunder, VMD

ENFERMEDADES DÉRMICAS artículo arbitrado



Cuando un gato mayor desarrolla un problema en la piel, la queja a la presentación le indicará a usted un grupo de diagnósticos posibles. De ahí, una historia clínica a fondo y un panel de pruebas diagnósticas le ayudarán a identificar el problema subyacente.

Darcie Kunder, VMD y Karen A. Moriello, DVM, DACVD

En un gato que envejece, el comienzo agudo de enfermedades en la piel puede constituir el primer signo de una enfermedad sistémica subyacente. El objetivo de este artículo es ayudarle a formular un plan diagnóstico cuando un paciente felino geriátrico se presenta con enfermedad de la piel de inicio en adultos o cambios en el pelaje. Con base en la presentación clínica y en los signos clínicos, se expondrán los diagnósticos diferenciales posibles, así como las recomendaciones respecto a las pruebas diagnósticas de primera y segunda línea. Las enfermedades y los diagnósticos diferenciales se agrupan por la queja de presentación o signos clínicos predominantes. En un gato mayor sin antecedentes de enfermedad en la piel o en un caso en que la queja de presentación es un cambio dramático en la piel o pelaje, a menudo exigen diagnósticos más avanzados o agresivos durante la primera presentación.

Es imprescindible comenzar con una historia clínica completa y detallada del paciente. Dicha historia clínica deberá incluir cuándo y dónde empezaron primero las lesiones, si el gato tenía prurito o no, historia medicamentosa a fondo medicamentos recién administrados o de hace tiempo, cualquier progreso o cambios en los signos clínicos, y cualquier observación acerca de la salud sistémica del gato (por ejemplo, hábitos urinarios y consumo de agua, apetito, pérdida de peso, actividad).

También es importante recordar que aunque están indicados diagnósticos más agresivos en un paciente felino mayor, todavía se manifiestan de ordinario enfermedades comunes en gatos mayores. Por ejemplo, un gato mayor puede desarrollar todavía lesiones secundarias a hipersensibilidad a pulgas si hay una pausa en la administración de productos para controlar pulgas o modificaciones en el ambiente del gato. Independientemente de su edad se recomienda la prevención mensual de rutina contra pulgas para todos los gatos.

 

¿Entre pacientes? Sinopsis del artículo

Cuando un gato geriátrico se presenta con un nuevo problema en la piel resulta imperativo reunir una historia clínica a fondo. Sus pruebas diagnósticas iniciales deberán incluir un examen citológico de la piel y muestras óticas, raspados superficiales y profundos de la piel, un tricograma, un examen otoscópico, un examen con la lámpara de Wood y un examen cuidadoso de pelos coleccionados. Con frecuencia, en estos pacientes hay una condición subyacente, como una endocrinopatía o neoplasia. Las pruebas diagnósticas y diagnósticos diferenciales adicionales deberán dirigir la presentación.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS INICIALES
Independientemente de la queja inicial de presentación, es importante comenzar la investigación diagnóstica con estas pruebas dermatológicas iniciales:

  • Examen citológico de la piel y muestras óticas.
  • Raspados superficiales y profundos de la piel.
  • Un tricograma.
  • Un examen otoscópico.
  • Un examen con la luz de Wood.
  • Examen de los pelos reunidos en búsqueda de pulgas adultas, heces de pulgas, otros ectoparásitos, costras o escamas.

En pacientes felinos a menudo resulta imperativo un cultivo de dermatofitos como prueba diagnóstica de primera línea, en especial si un gato se hallará en riesgo (por ejemplo, estilo de vida en interiores y exteriores, gato nuevo en el domicilio, interacción con otros gatos). Gran parte de estas pruebas pueden practicarse durante el examen inicial. Los resultados de estas pruebas diagnósticas iniciales afectarán de manera directa el tratamiento o las recomendaciones para diagnósticos adicionales.1

SIGNOS CLÍNICOS
Pelaje desordenado

Un pelaje desordenado es un signo clínico generalizado que indica de manera típica que el gato no se está acicalando a sí mismo como debería hacerlo. Puede estar caracterizado por mayor oleoginosidad, bolas o mechones adheridos de pelo, escamas, olor, contaminación del pelaje por heces u orina, acumulación de exudado, evidencia de sobrecrecimiento bacteriano o de levaduras en la piel o paroniquia.2


1. En este gato con un pelaje desordenado se diagnóstico dermatofitosis, probablemente secundaria a inmunosupresión debida a linfoma gastrointestinal y diabetes mellitus.

Es importante preguntarle al propietario que intente establecer cuándo empezaron los signos de pelaje desordenado y cómo progresaron. Muchas causas de un pelaje desordenado son resultado de un problema con la movilidad del gato a causa de artritis, letargia u obesidad. Si se informa que un gato todavía se acicala bien y tiene un nivel de actividad normal, entonces las causas subyacentes podrían ser nutrición inadecuada o algún trastorno endocrino (Figura 1). Otros motivos posibles de menor actividad que conduzcan a menor acicalado pueden ser cardiopatías o neoplasias.

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