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Volumen 13, número 4
Oct / Nov 2019 . vol. 13 / núm. 4

Lo que me hubiera gustado saber antes de comenzar con mi consultorio

Cuando usted sale de la facultad de veterinaria e ingresa al mundo real, nunca está preparado por completo. Aquí están algunos consejos prácticos y sabios para los recién graduados que están por embarcarse en su viaje profesional.

Por Melissa Detweiler, DVM



Cuando usted sale de la facultad de veterinaria e ingresa al mundo real, nunca está preparado por completo. Aquí están algunos consejos prácticos y sabios para los recién graduados que están por embarcarse en su viaje profesional.

Melissa Detweiler, DVM

Uno de mis compañeros de trabajo tiene una hija en su primer año de consultorio veterinario. Ella visita en ocasiones nuestra clínica y, debido a que mi compañero de trabajo y yo tenemos una experiencia combinada de 40 años en el consultorio, de repente estamos compartiendo con ella todo tipo de consejos. Estas conversaciones me han dejado lo que debería haberme dicho a mí misma hace 16 años, cuando estaba a punto de entrar a esta profesión. ¿Qué perlas de conocimiento me hubieran ayudado a lo largo de este viaje? Volteando atrás, hay varias cosas que hubiera deseado aprender más rápido.

¡Alarga tu incisión! Tardará más tiempo (y ocasionará más traumatismos) intentando alcanzar varios órganos abdominales en un campo quirúrgico, de los que usted podría alcanzar con tan solo extender esa incisión unos cuantos centímetros del sitio original.

Cuando aquella salchicha miniatura viene para su esterilización, verifique su peso dos veces. Hacerlo, tiene sentido. No prepare sus anestésicos con base en un error de registro. Esto le ahorrará el tener que hacer una horrible llamada telefónica a un cliente muy molesto.

Nunca trate un caso de parvovirus, sin tener el dinero enfrente. Nunca. Nunca. Nunca.

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