¿Cuándo debo hacer biopsia de hígado?
Como todos ustedes ya saben, las actividades de las enzimas hepáticas séricas aumentadas son comunes en perros y, a menudo, constituyen un desafío diagnóstico.
Jennifer Gaumnitz
Como todos ustedes ya saben, las actividades de las enzimas hepáticas séricas aumentadas son comunes en perros y, a menudo, constituyen un desafío diagnóstico. En una sesión reciente de Fetch dvm360, Jonathan Lidbury, BVMS, MRCVS, PhD, DACVIM, DECVIM, dijo “la mayor concentración de enzimas hepáticas son una gran causa de preocupación y confusión entre nosotros. Tenemos que tratar con ellas todo el tiempo. Son una de las anormalidades de laboratorio más comunes de todas”.
En ocasiones, las actividades aumentadas de las enzimas hepáticas séricas se dan debido a que el paciente tiene enfermedad hepatobiliar primaria pero, en otras, son secundarias a enfermedades extrahepáticas. Y para confundir los resultados aún más, otros tejidos diferentes al hígado también producen estas enzimas. El hígado participa de manera principal en el metabolismo y la excreción de medicamentos y de toxinas endógenas y exógenas, así que es susceptible de lesiones a partir de las toxinas y de enfermedades en otras partes del cuerpo. Además, las actividades aumentadas de las enzimas hepáticas pueden darse por procesos benignos (por ejemplo, hiperplasia nodular hepática) o a partir de condiciones que son progresivas y que requieren una intervención temprana para un mejor resultado (por ejemplo, hepatitis crónica).
Practicar una amplia evaluación diagnóstica, que incluya biopsia de hígado, es costosa y ya sea que los clientes tal vez la rechacen o no tengan la capacidad de proceder. Puede ser difícil, saber qué tan agresivamente hacer tales pruebas en estos perros. El Dr. Lidbury dice que, si la causa de la actividad elevada es una enfermedad hepática primaria tal como la hepatitis crónica o un tumor hepático, las pruebas de laboratorio pueden escalarse hasta la necesidad de practicar una biopsia de hígado con rapidez. Esto contrasta con las causas extrahepáticas. “A veces, sobre todo para las elevaciones leves en la fosfatasa alcalina (ALP, por sus siglas en inglés), no tomar en cuenta lo benigno tal vez sea el mejor curso de acción” dice él.
A través de un enfoque lógico, paso a paso, usted puede valorar qué perros deberán investigarse para enfermedad extrahepática, qué casos tal vez necesiten biopsia hepática y cuáles casos pueden manejarse de manera menos agresiva.
Antes de hacer una biopsia, el Dr. Lidbury recomienda valorar el riesgo de hemorragia del perro al determinar el tiempo de tromboplastina parcial activada y de protrombina, determinando de manera ideal la concentración de fibrinógeno sérico y practicando un conteo plaquetario.