¿Sintiéndose atrapado?
La Dra. Stephanie Rains (este no es su nombre real) se graduó de la facultad de veterinaria hace un año y tiene una deuda real por $150,000 dólares. Sin ser una sorpresa, ella se siente atrapada. De hecho, está a punto de tener un tipo de colapso nervioso, y ella lo sabe.
Permita que sus ladridos se escuchen antes del colapso nervioso
La Dra. Stephanie Rains (este no es su nombre real) se graduó de la facultad de veterinaria hace un año y tiene una deuda real por $150,000 dólares. Su esposo se encuentra acuartelado en una base militar de una zona remota y ella es la principal proveedora. Ella es tan solo la asociada de un consultorio veterinario, donde comparte las urgencias con el jefe y trabaja 60 horas a la semana. Para redondear el asunto, ella tiene un nuevo bebé y se agota por completo. Sin ser una sorpresa, ella se siente atrapada. De hecho, está a punto de tener un tipo de colapso nervioso, y ella lo sabe.
Le expusimos este escenario a Karen Bradley, DVM, una líder en Women’s Veterinary Leadership Development Initiative para preguntarle cómo podría aconsejar a esta doctora joven. Aunque los detalles difieren, esta historia está lejos de ser rara, dice la Dra. Bradley, pues ella conoce una cantidad de veterinarias en situaciones similares.
“Lo mejor que les puedo decir es ‘no permitas nunca tener otras opciones’, dice la Dra. Bradley. Rains tiene que recordar que ella también debe tener otras opciones.