Todo por mí mismo
Los clientes tienen diferentes niveles de inversión en cuanto a la ansiedad por separación en perros. Aquí está cómo manejarlo.
Desafío al LIDERAZGO VET 2.0
Los clientes tienen diferentes niveles de inversión en cuanto a la ansiedad por separación en perros. Aquí está cómo manejarlo.
John Ciribasi, DVM, DACVB
Usted ha finalizado su cita de visita anual y el propietario del perro comienza con un “Oh, por cierto...”. Usted sabe lo que viene, su mente visualiza la serie de citas pendientes, así como las medicaciones que usted necesita preparar para el último cliente y hay una llamada de urgencia que necesita atender. Ahora esta persona desea que cure a su perro de lo que parece ansiedad por separación en el último minuto que le queda de visita. Lo que usted diga a continuación depende de varias cosas, incluyendo la inversión emocional y financiera que el cliente le pone a la mascota.
En mi opinión, es en el mejor interés del paciente para que los veterinarios ofrezcan primero lo que ellos piensan es el mejor enfoque de tratar cualquier problema, lo cual incluye a los aspectos conductuales. Pueden presentarse estrategias alternativas si el cliente piensa que el enfoque ideal no es la dirección que pueden seguir. Sería erróneo que el veterinario asumiera lo que el cliente elegirá adelante en el tiempo. No podemos anticipar – ni deberíamos- lo que el nivel de apego o inversión financiera podrían ser con un cliente en particular.
Sin embargo, si se trata de una situación en la cual no hay suficiente tiempo para manejar un problema conductual presentado por el cliente, tal como el que se presenta al final de la visita anual de bienestar, no hay nada malo con el veterinario que sugiere una opción de tratamiento que no implique mucho tiempo para explicar o arriesgar al paciente. Ese sería un momento ideal para recomendar un producto nutracéutico o feromonas. Es imperativo en estos casos que el veterinario explique que existen otras opciones, así como que ellas pueden explorarse a mayor profundidad durante una visita concertada de conducta.
Mi plan de tratamiento de la ansiedad más elevado
La mejor opción: “¡Estoy todo adentro!”
1. Practique un examen físico completo.
2. Lleve a cabo pruebas de laboratorio, incluyendo conteo sanguíneo completo, perfil químico sérico, perfil tiroideo y urianálisis, así como pruebas adicionales si están indicadas por lo resultados iniciales de las pruebas.
3. Comience de inmediato la modificación de la conducta. Haga que el cliente ignore los intentos de la mascota para solicitar atención, ya que los perros ansiosos usan con frecuencia el contacto con las personas para manejar la ansiedad, y esta estrategia no está disponible para la mascota cuando está alejada del propietario. Todo contacto debe ser por iniciativa del propietario.
4. No deberá haber interacciones entre el propietario y la mascota 30 minutos antes de la salida, con el fin de ayudarle a la mascota a que se adapte cuando no esté presente. La única excepción sería la presentación de un dispositivo dispensador de bocadillos u otro bocadillo de larga duración al momento de la salida, para mantener la atención de la mascota durante la salida.
5. Para reforzar la conducta relajada, el propietario debe ignorar al perro cuando llegue a su casa, hasta que la mascota se relaje.
6. El propietario deberá habituar a la mascota a pistas cuando deba salir. Esto implica desarrollar las actividades previas a una salida, que parecen aumentar la ansiedad en la mascota, cuando el propietario no tiene intenciones de salir, de modo que estas actividades no sirvan como un predictor confiable de salidas.
7. Ponga en práctica entrenamientos de independencia, que impliquen enseñarle al perro a permanecer en una zona de descanso, mientras que el propietario abandona gradualmente la habitación y refuerza la conducta relajada. Lo cual involucra el uso de una cama para que el perro permanezca en él durante los ejercicios.
8. Ponga en práctica salidas graduadas desde el hogar. Esto implica que el propietario aumente de manera gradual el momento de salida, mientras que refuerza la conducta relajada cuando regrese. El propietario puede comenzar con tan sólo acercarse a la puerta, luego abrir gradualmente la puerta, salir por algunos momentos y aumentar el tiempo poco a poco. El propósito es por lo general estar fuera por dos horas con una respuesta relajada por parte del perro. En este momento, a gran parte de los pacientes se les puede dejar por periodos más normales. Además, el propietario tiene que usar una señal puente para indicarle al perro que estas salidas son de práctica (a como usar un indicador visual como una luz o algo olfatorio como un aerosol refrescante de habitaciones). Más adelante esta pista puede usarse cuando el perro se encuentre listo para una salida real para ayudarle con la transición.