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Volumen 8, número 6
Jun / Jul 2014 . vol. 8 / núm. 6

Manejo de gatos irritables (Procedimientos)

Los gatos irritables son una parte inevitable de la clínica de pequeñas especies. La decisión de un cliente para regresar a su hospital en búsqueda de servicios veterinarios, puede depender en cómo el médico y su personal tratan a estos pacientes. De hecho, su nivel de logro en el “arte de la clínica” se observa de manera vívida en su capacidad para abordar a estos pacientes difíciles.

Por Gary D. Norsworthy, DVM, DABVP (feline)

Manejo de gatos irritables (Procedimientos)

Gary D. Norsworthy, DVM, DABVP (feline)
CVC IN KANSAS CITY PROCEEDINGS


Los gatos irritables son una parte inevitable de la clínica de pequeñas especies. La decisión de un cliente para regresar a su hospital en búsqueda de servicios veterinarios, puede depender en cómo el médico y su personal tratan a estos pacientes. De hecho, su nivel de logro en el “arte de la clínica” se observa de manera vívida en su capacidad para abordar a estos pacientes difíciles.

Hay varios principios generales que necesitan reconocerse: 1) La conducta de un gato puede cambiar con rapidez. 2) Los gatos son territoriales, aún en una jaula del hospital. 3) Cuando se encuentran en un ambiente extraño, gran parte de los gatos se sienten intimidados en vez de mostrar agresividad. 4) Los gatos poseen estrategias defensivas y ofensivas, las cuales usted deberá reconocer.

La primera decisión que debe tomarse es si los siseos y gruñidos del gato son o no serios en verdad. Aunque esto se aprende por lo general mediante intentos y varios errores, hay algunas cosas que deberán observarse. Dos de las más fiables son la posición de las orejas y la forma de la lengua. En caso de que las orejas del gato estén aplanadas hacia la cabeza y la lengua esté redondeada, por lo general no está fanfarroneando.

La manera en que uno se aproxima a un gato en el consultorio puede determinar cómo reaccionará el gato a lo largo de la visita. Usted debe empezar por permitirle al gato que huela su mano. Casi todos los gatos desearán hacerlo. Acaricie al gato y platique con él con una voz aguda. No es un buen abordaje cargar al gato antes de que esté seguro de sus alrededores. Sin embargo, si usted levanta al gato, no lo haga con autoridad.

Retirar a un gato de una jaula de transporte puede ser una tarea laboriosa. Si se hace de manera inadecuada, el gato inseguro puede volverse agresivo o feroz. Mi método favorito es el método de la “gravedad”. Los papeles o toallas se retiran de la jaula de transporte. Se abre su puerta y la parte posterior de la jaula se levanta LENTAMENTE hacia arriba. Conforme la jaula se encuentra casi vertical, el gato se deslizará a través de la puerta. Cuando se encuentren las dos patas delanteras o traseras en la mesa de examen, la jaula puede levantarse hacia arriba y el gato no tendrá otra opción más que salir.

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