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Volumen 8, número 5
Abr / May 2014 . vol. 8 / núm. 5

Cómo manejar la vaginitis crónica

Aquí está una condición genitourinaria, que todos los veterinarios deben estar listos para manejar en sus pacientes caninos hembras.

Por Autumm Davidson, DVM, MS, DACVIM

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Aquí está una condición genitourinaria, que todos los veterinarios deben estar listos para manejar en sus pacientes caninos hembras.

Autumm Davidson, DVM, MS, DACVIM y Tomas Baker, MS

A pesar del hecho de que gran parte de las mascotas con propietario en los Estados Unidos está esterilizada, usted enfrentará trastornos del tracto genitourinario en su clínica. La vaginitis crónica, la cual a menudo se observa en perras que han tenido ovariectomía, deberá estar lista para manejar condiciones de vaginitis.

Signos clínicos
Las perras afectadas tendrán flujo vulvar variable, el cual a menudo es de mucoide a hemorrágico o purulento, acompañado por lo general por lamidos, carreras súbitas y polaquiuria. Con frecuencia también hay dermatitis perivulvar y vulvar.

Cinco causas comunes
La vaginitis crónica se desarrolla por múltiples razones y la causa primaria está enmascarada y exacerbada a menudo por tratamientos previos tales como tratamiento antimicrobiano a largo plazo, automutilación e irrigaciones tópicas.

La biopsia de la mucosa vaginal muestra con frecuencia inflamación plasmocítica-linfocítica no específica, pero en ocasiones es predominante la inflamación supurativa (neutrofílica) o eosinofílica.

La vaginitis bacteriana primaria es poco usual. Los cultivos vaginales pueden demostrar sobrecrecimiento de especies bacterianas atípicas (cultivos gramnegativos puros, microorganismos resistentes, especies de Pseudomonas) o cultivos puros de especies de Micoplasma si se han utilizado antibióticos de manera extensa. En ocasiones se identifica un sobrecrecimiento de levaduras.

En sus pacientes afectadas considere estas cinco causas:

  1. Dermatitis perivulvar amplia, relacionada con pliegues vulvares dorsales y laterales redundantes.
  2. Un muñón uterino granulomatoso (Nota: asegúrese de descartar piometra en el muñón).
  3. Cuerpos extraños vaginales tales como cola de zorro o fragmentos de huesos.
  4. Infecciones de vías urinarias crónicas con uretritis, vestibulitis o vulvitis.
  5. Neoplasias quísticas, uretrales, vaginales o vestibulares.

Nosotros también observamos estructuras vaginales, pero por lo general no son las causales. Gran parte de los casos son idiopáticos.

Estrategias de diagnóstico
Practique un hemograma, perfil químico sérico, urianálisis, preferentemente de una muestra adquirida mediante cistocentesis (y cultivo urinario). Así mismo haga un examen vaginal cuidadoso mientras la paciente está bien sedada o anestesiada, mediante equipo endoscópico, que le permitirá a usted evaluar la válvula vaginal entera.

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