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Volumen 6, número 3
Dic / Ene 2012 . vol. 6 / núm. 3

Hipertensión pulmonar canina, parte 2: diagnóstico y tratamiento

Alguna vez, una sentencia de muerte, la hipertensión pulmonar canina ya no representa tal pronóstico grave -en parte, debido a herramientas diagnósticas avanzadas y a la disponibilidad del tratamiento con sildenafilo.

Por Rebecca L. Quinn, DVM, DACVIM (medicina interna),

ARTÍCULO ARBITRADO

Alguna vez, una sentencia de muerte, la hipertensión pulmonar canina ya no representa tal pronóstico grave -en parte, debido a herramientas diagnósticas avanzadas y a la disponibilidad del tratamiento con sildenafilo.

Rebecca L. Quinn, DVM, DACVIM (medicina interna), y Justin G. Williams, DVM, DACVIM (cardiología)

La hipertensión pulmonar ahora se está diagnosticando en perros con frecuencia relativa.1 Para ayudarle a manejar esta enfermedad alguna vez diagnosticada de manera no frecuente, en este artículo revisamos cómo diagnosticar y tratar la hipertensión pulmonar canina -y cuál es el pronóstico para perros con este trastorno.

Para comprender mejor este síndrome complejo, asegúrese primero de leer el primer artículo de esta serie, “Hipertensión pulmonar canina: Una revisión a fondo de su fisiopatología y clasificación”.

DIAGNÓSTICO
Existen varios objetivos al diagnosticar hipertensión pulmonar. El primero consiste en identificar la causa o causas subyacentes de la hipertensión pulmonar y asignarle una clasificación clínica al paciente. El segundo es cuantificar el grado de hipertensión pulmonar, con base en los signos clínicos y en los resultados de las pruebas diagnósticas. El tercero es valorar la disfunción hemodinámica. Y el cuarto es decidir acerca de la mejor opción de tratamiento para el paciente.

Características e historia clínica
Gran parte de los perros con hipertensión pulmonar son de raza pequeña y edad media a mayor, lo cual coincide con la alta prevalencia de hipertensión pulmonar en pacientes con enfermedad degenerativa de la válvula mitral.2 Los clientes se quejan más a menudo de intolerancia al ejercicio, así como de tos y disnea y síncope.3 Estos signos ocurren debido a que la hipertensión pulmonar induce transporte de oxígeno alterado, menor gasto cardiaco e hipotensión sistémica, resultado por vasodilatación sistémica y llenado incompleto de los ventrículos derecho e izquierdo. Los signos también pueden presentarse como resultado de una causa subyacente de hipertensión pulmonar, tal como la enfermedad pulmonar intersticial.

Hallazgos al examen físico
Los hallazgos al examen físico pueden incluir un soplo cardiaco o un sonido S2 desdoblado. El sonido cardiaco S2 se relaciona normalmente con el cierre de las hojuelas de las válvulas aórtica y pulmonar. También se ha informado de sonidos pulmonares anormales, ascitis y cianosis.2-5

Resultados de la patología clínica
Dada la vasta variedad de condiciones subyacentes que pueden conducir a hipertensión pulmonar, es recomendable una evaluación de laboratorio a fondo. Deberán realizarse conteo sanguíneo completo, perfil químico sérico, prueba de antígeno para gusano del corazón y urianálisis, para ayudar a evaluar enfermedades sistémicas que puedan predisponer a los perros a hipertensión pulmonar. En caso de estar así indicado con base en los signos clínicos, los resultados del examen físico y los resultados de las pruebas de laboratorio, los pacientes se pueden beneficiar de los perfiles de coagulación, concentraciones de dímero D y pruebas endocrinas.

Biomarcadores
Los biomarcadores, tales como el péptido natriurético cerebral (BNP, por sus siglas en inglés) y las troponinas cardiacas, pueden ser de utilidad adicional en diagnosticar pacientes con hipertensión pulmonar.

El BNP es una hormona que se libera a partir del miocardio ventricular en respuesta a estrés o tensión.6 Aunque el BNP se depura con rapidez de la circulación y es difícil de determinar, la degradación del BNP produce un fragmento -NT-proBNP- que permanece en la circulación por más tiempo y que puede determinarse con éxito. De manera tradicional, NT-proBNP se ha utilizado en pacientes veterinarios como un medio no invasivo de determinar el motivo subyacente de dificultad respiratoria.

Estudios más recientes han demostrado que los valores de NT-proBNP son mayores en perros con hipertensión pulmonar clase clínica III, que en pacientes con enfermedad respiratoria sin hipertensión pulmonar relacionada, que en aquellos con hipertensión pulmonar moderada a severa con base en la presión arterial pulmonar, o en aquellos con hipertensión pulmonada clase clínica I, III, IV o V.2,7 En personas con hipertensión pulmonar, los valores de NT-proBNP se correlacionan con la supervivencia y pueden ayudar a predecir el pronóstico del paciente.8

Las troponinas y proteínas cardiacas son liberadas por el miocardio ventricular como resultado de lesión y necrosis en las células miocárdicas.9 Las concentraciones de troponina cardiaca I están aumentadas de manera común en perros con hipertensión pulmonar clases clínicas I, II, III o IV.10

Radiografías torácicas
Las radiografías torácicas no son específicas para la hipertensión pulmonar, pero pueden demostrar hallazgos que la apoyen. Dependiendo de la causa subyacente de hipertensión pulmonar, pueden ser evidentes cardiomegalia, crecimiento cardiaco del lado derecho o dilatación de la arteria pulmonar. En casos de insuficiencia cardiaca congestiva, neumonía o neoplasia, puede haber infiltrados pulmonares. En pacientes con enfermedad por gusano del corazón, las arterias pulmonares pueden ser tortuosas (Figuras 1A y 1B).

Electrocardiografía
El electrocardiograma (ECG) es una prueba no específica para la hipertensión pulmonar y con baja sensibilidad. El ECG puede ser normal o demostrar desviación del eje derecho o un patrón de crecimiento del corazón del lado derecho.

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