¿Cambios de conducta? Piense en dolor
Considere el dolor cuando los pacientes se presenten con problemas de conducta, en particular cuando hay cambios repentinos o exacerbación en una conducta estable previamente. Aquí está lo que hay que buscar.
Considere el dolor cuando los pacientes se presenten con problemas de conducta, en particular cuando hay cambios repentinos o exacerbación en una conducta estable previamente. Aquí está lo que hay que buscar.
Amy L. Pike, DVM, DACVB
Las etiologías médicas, incluyendo el dolor, siempre deben considerarse como diferenciales diagnósticos para los problemas de conducta, sobre todo con un cambio súbito o exacerbación en una conducta previamente estable. Desafortunadamente, el dolor puede ser difícil de valorar a nivel clínico en un ambiente hospitalario, sobre todo cuando el paciente se encuentra experimentando temor, ansiedad o estrés. Nuestros pacientes atemorizados harán cualquier intento por suprimir los signos de vulnerabilidad, incluyendo el dolor, dejando que los clínicos alcen los hombros y consideren que el paciente “se encuentra bien”.
En mi práctica como conductista, el dolor se ha subdiagnosticado de manera definitiva y los especialistas entrenados para evaluar cojeras aún lo han subestimado como algo de importancia clínica. Así que, si diagnosticar dolor es difícil en el mejor de los casos, ¿Cómo determina un clínico si el dolor es un diagnóstico diferencial viable, cuando se presentan con un trastorno de conducta?
Primeros pasos: haga preguntas, pida un video, aplique pruebas
Existen varios cuestionarios para clientes veterinarios (tal como el PennVet Canine Brief Pain Inventory o el Canine Acute Pain Scale de la Colorado State University). Cualquier cambio observado por los propietarios deberá considerarse de importancia clínica lo suficiente como para contribuir a un problema de conducta. Además de las preguntas al cliente, uno de mis métodos favoritos de diagnosticar el dolor es pedirle al propietario que tome un video de la mascota y evaluarlo junto con el examen físico. Pídales a los propietarios que tomen un video de la mascota subiendo y bajando escaleras, brincando algún obstáculo, levantándose luego de descansar, caminando luego del ejercicio vigoroso, y al bajar y subir a vehículos. Usted también observará si la mascota rechaza alguna de estas actividades.