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Volumen 11, número 3
Feb / Mar 2017 . vol. 11 / núm. 3

Fluoruro: ¡ya no es tan sólo para humanos!

¿Está utilizando usted fluoruro dental tópico para beneficiar los dientes de sus pacientes veterinarios?

Por Edward Eisner, DVM, DAVDC

¿Está utilizando usted fluoruro dental tópico para beneficiar los dientes de sus pacientes veterinarios?



Edward Eisner, DVM, DAVDC
 
Tal como los niños se benefician del tratamiento temprano con fluoruro, también se beneficiarán de esta práctica los perros y gatos en sus primeros 18 meses de edad. De hecho, uno de los servicios veterinarios juveniles más importantes para gatitos y cachorros sanos, trata los dientes adultos recién brotados con fluoruro dental.

Ya que los perros y gatos pierden sus dientes de leche durante los primeros seis meses de vida, mientras que los niños tendrán sus dientes de leche por ocho años, en animales usted solamente necesita tratar los dientes adultos de sus pacientes con fluoruro. A los seis meses de edad, gran parte de las mascotas juveniles habrán completado su dentición y habrán surgido todos sus dientes de adultos.

Aplicaciones específicas
Lo ideal es que este tratamiento se aplique cuando gran parte de los pacientes se encuentre anestesiado para castración, esterilización, cerca de le edad de la pubertad. Antes de aplicar el tratamiento de fluoruro practique una revaloración oclusal cuidadosa y profilaxis dental con curetaje subgingival. A los seis meses de edad, una cantidad notable de perros y gatos tendrá cálculos, sobre todo en los dientes posteriores.

Ahora usted está listo para aplicar una solución de fluoruro a 1.23% a todas las superficies expuestas. Deje el fluoruro en los dientes por cinco minutos y luego límpielo con una gasa. Observe que el fluoruro no se retira, sino que permanece como un residuo protector en los dientes. Es importante, luego de cinco minutos, retirar todo el fluoruro de exceso debido a que la solución es muy ácida, con un pH de 3, y puede ocasionar malestar gástrico e irritación esofágica en caso de que se trague. A causa de esta acidez, también es importante tener colocada una sonda endotraqueal durante el procedimiento con el fin de evitar la aspiración del producto.

Los efectos favorables del fluoruro
Un tratamiento con fluoruro beneficiará a los dientes recién brotados al hacer que la superficie de la corona sea más “impermeable” a las infecciones al hacer que tenga una superficie más dura y lisa. Desde el punto de vista químico, el esmalte es hidroxiapatita y está compuesta casi en 95% de material inorgánico, lo cual contribuye a que sea el tejido más duro del cuerpo. En comparación, la dentina se encuentra conformada de cerca de 70% de material inorgánico y es más porosa que el esmalte. Los tratamientos tópicos de fluoruro están constituidos por cristales de fluoroapatita, que es similar pero más grande, menos reactivo y con menos compuestos solubles que la hidroxiapatita y reemplaza a la porción orgánica del esmalte, logrando que la superficie de los dientes sea más resistente a a caries (invasión bacteriana).

La aplicación de fluoruro les ayudará a sus pacientes casi durante sus dos primeros años, mientras los dientes todavía se encuentran en desarrollo. Luego de 18 meses, el tratamiento local con fluoruro solamente está indicado en pacientes que tienen enfermedad periodontal, con el fin de ayudar a desensibilizar las raíces expuestas.

Sin caries, no hay problema
Usted sabe que los perros y gatos tienen menos caries a menudo que las personas, pero ¿por qué? Gran parte de sus dientes están diseñados en sectores, y preparados para desgarrar y cortar en vez de moler. También, a diferencia de las personas, a nuestros pacientes veterinarios no les queda alimento entre los dientes, debido a que la mayor parte de los dientes del perro y todos los dientes de los gatos son de forma cónica y tienden a disgregar la comida en vez de acumularla entre los dientes y las encías. Además, el pH promedio de la saliva de un gato o perro es de 7.5, en comparación de 6.5 de los humanos. Un pH de 7.5 no es favorable para el crecimiento de las bacterias cariogénicas Streptococcus mutans y Bacillus acidophilus, que requieren de un ambiente ácido para sobrevivir.

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