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Volumen 10, número 3
Feb / Mar 2016 . vol. 10 / núm. 3

Una intoxicación con olor intenso: toxicosis por cebolla en un gato

Los gatos son más sensibles a las propiedades tóxicas de las cebollas que en el caso de otras especies. Encuentre qué es lo que debe hacer si a su consultorio llega un gato con este problema.

Por Erin Freed, CVT

CASO DE TOXICOLOGÍA



Los gatos son más sensibles a las propiedades tóxicas de las cebollas que en el caso de otras especies. Encuentre qué es lo que debe hacer si a su consultorio llega un gato con este problema.

Erin Freed, CVT

Llevaron a consulta a un gato doméstico de pelo corto esterilizado de 4 años de edad y 2.7 kg de peso a la clínica de urgencias para evaluar letargia y flatulencias de cuatro horas de duración.

Antecedentes
El gato sano había ingerido de 2 a 3 cucharadas cafeteras de cebollas cocinadas en mantequilla casi 10 a 12 horas antes de que comenzara con  letargia y  flatulencia. Suponiendo que cada cucharada de cebolla era de casi 15 gramos la cantidad aproximada de cebolla que ingirió fue de 11 a 16.6 gramos/kg.

MANEJO DEL CASO
El veterinario de urgencias contactó al ASPCA Animal Poison Control Center (APCC). El veterinario de ASPCA( APCC) comentó del riesgo potencial de daño oxidativo a los glóbulos rojos a partir de la ingestión de cebolla, así como el plan de tratamiento.

Se practicaron urianálisis, un conteo sanguíneo completo, un perfil químico sérico y un frotis sanguíneo (teñido con azul de metileno) (Cuadro 1).Al examen microscópico, los eritrocitos mostraban cuerpos de Heinz en casi cada  uno de ellos. Había bilirrubina y hemoglobina en la orina. El volumen celular y la concentración de proteína total fueron de 43.6% y 8 g/dl, respectivamente, y el volumen celular permaneció entre 30 y 35% cuando  cuando se verificó cada ocho horas durante 24 horas.

Se inició la administración de líquidos intravenosos a dos veces la velocidad de mantenimiento, con la finalidad de conservar la perfusión  proteger a los riñones. Se administró n-acetilcisteína  (20% de solución diluida en agua estéril al 5%); por vía oral, se iniciaron con 380 mg (140 mg/kg) y después 190 mg/70 mg/kg) cada seis horas para cuatro tratamientos adicionales. Las frecuencias cardiaca y respiratoria del gato se verificaron cada cuatro horas en la clínica de urgencias y permanecieron dentro de los rangos normales.

El gato permaneció quieto, alerta y responsivo. Se observó orina y heces oscuras casi 28 horas y 30 horas, respectivamente, luego de la ingestión. Se repitió el análisis sanguíneo cada 24 horas luego de la ingestión y los resultados se encontraron dentro de los rangos normales excepto por la  elevación de la alanino-transaminasa (ALT) (126.4 U/L; rango de referencia = 10 a 100 U/L).

El gato entonces se transfirió a su veterinario de cabecera y se hospitalizó por otras 24 horas. Se continuaron los líquidos intravenosos con -solución lactato de Ringer a la mitad  de la velocidad de mantenimiento- y se administró una dosis final de n-acetilcisteína diluida. Los análisis sanguíneos se volvieron a verificar casi 48 horas luego de la ingestión y revelaron una concentración de nitrógeno ureico sanguíneo normal bajo (16 mg/dl; intervalo de referencia = 16 a 36 mg/dl), menor actividad de la fosfatasa alcalina (ALP) (< 10 U/L; intervalo de referencia = 14 a 111 U/L) y elevada actividad de ALT (150 U/L; intervalo de referencia = 12 a 130 U/L). Al momento de la alta el hematocrito del gato fue de 32% y permaneció igual cuando se volvió a verificar 5 y 9 días luego de la exposición. Se reportó que el gato estaba bien en el hogar y que no había desarrollado ningún otro signo clínico.

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