Dosis doble de enfermedad infecciosa: Histoplasmosis en un cachorro Foxhound
La exposición inicial a enfermedad transmitida por garrapatas puede haber contribuido a la susceptibilidad del cachorro a esta enfermedad micótica, que puede resultar mortal en caso de diseminarse. ¿Sería usted capaz de percibir los signos de la infección?
Histoplasmosis CANINA
La exposición inicial a enfermedad transmitida por garrapatas puede haber contribuido a la susceptibilidad del cachorro a esta enfermedad micótica, que puede resultar mortal en caso de diseminarse. ¿Sería usted capaz de percibir los signos de la infección?
Sallie A. Ruskoski, PhD, MT(ASCP), Joseph D. Landers, DVM
Hacia fines de junio y principios de julio de 2012, un criadero de casi 40 Foxhounds cruza de americanos e ingleses tuvo un brote de fiebre manchada de las Montañas Rocosas (FMMR), como quedó demostrado por los títulos altos por los cuales pasaron todos los perros, incluyendo siete cachorros de ocho semanas de edad. Estos cachorros se alojaron con la madre en un granero en un compartimento separado de las perreras de los adultos. Todos los cachorros enfermaron (fiebre de origen desconocido) y se hospitalizaron.
Dos cachorros machos fallecieron por FMMR al segundo día. El resto de los cachorros se hospitalizaron por cinco días y se les trató con doxiciclina dos veces al día durante dos semanas. Los sobrevivientes crecieron y se desarrollaron con normalidad.
Casi siete semanas después, los propietarios de los cinco cachorros sobrevivientes observaron que una cachorra intacta de ahora 15 semanas) comenzó a sufrir de vómito y fiebre (40.6 oC) intermitente. Seis días después, la cachorra se presentó con diarrea leve. Los propietarios comenzaron a darle un antiemético y metronidazol que tenían a la mano. La cachorra perdía peso, dormía más y no interactuaba como antes con los machos. Cinco días después, luego de no mejorar, se trajo a la cachorra al hospital veterinario.
Al examen físico, la cachorra se encontraba flaca, pesando 17 kg. Se encontraba alerta y tenía las mucosas pálidas, así como una temperatura de 39 oC. Las pruebas de sangre (Cuadro 1). Mostraron una anemia normocrómica normocítica no regenerativa, trombocitopenia y tiempo de coagulación prolongado. La prueba de ELISA para Anaplasma, Borrelia burgdorferi, Ehrlichia y Dirofilaria immitis fue negativa. El tratamiento se inició con doxiciclina (5.8 mg/kg, oral, dos veces al día), ciprofloxacino (29 mg/kg, oral, dos veces al día), vitamina K1 (1.4 mg/kg, dos veces al día, vía subcutánea la primera dosis, continuando vía oral) y alimentación forzada.
Diagnóstico y tratamiento
Durante los siguientes dos días, la cachorra permaneció pálida y anoréxica, con fiebre ondulante. Respondía cuando se le estimulaba pero permanecía dormida durante el día. El hematocrito permaneció en 21%. Los resultados de una prueba de Coombs y de parvovirus fueron negativos. La cachorra continuó con alimentación forzada y tenía heces oscuras y suaves. Se comenzaron inyecciones de epoetin alfa (98.6 U/kg subcutáneo) y se administró cada tres días.
Al cuarto día, la cachorra estaba alerta y reactiva. Sus mucosas todavía se encontraban pálidas y su hematocrito era de 27.8%, el conteo de leucocitos fue de 4.43 k/µl, el conteo de plaquetas fue de 52 k/µl y la temperatura de 40.7 C. Al microscopio se observó un microorganismo de pared celular transparente con un núcleo basófilo, en un frotis teñido con Wright, el cual se identificó como especie de Histoplasma (Figura 1).