¿Tratar o eutanizar? Ayude a que los propietarios tomen decisiones críticas respecto a las mascotas con problemas de conducta.

ARTÍCULO ARBITRADO


Ayude a que los propietarios tomen decisiones críticas respecto a las mascotas con problemas de conducta.

Los propietarios de estas mascotas acuden a usted para que les ayude a tomar una decisión crucial. Con objeto de que esté mejor preparado, aquí están los factores críticos que usted y el propietario deben considerar, así como los pasos concretos que puede tomar para alcanzar una decisión.

Con frecuencia se cita a los problemas de conducta como la principal causa de abandono o eutanasia en mascotas.^1-3 Pero, los propietarios que reciben una asistencia eficaz y competente en tratar los problemas de conducta de sus mascotas probablemente preserven el vínculo humano-animal y así retener a sus animales. De hecho, los estudios muestran es más probable que las mascotas que reciben atención veterinaria de rutina y los perros que han acudido a clases de obediencia sean retenidos en el hogar.^2,4

Aún así, los problemas de conducta pueden ser frustrantes, devastadores y a menudo riesgosos para el animal o aquellos a su alrededor. Estos problemas también pueden constituir una carga financiera sustancial en términos de responsabilidad y recursos para intentar corregir los problemas. De manera típica, controlar o resolver un problema de conducta no es fácil y, en algunos casos, es demasiado riesgoso para determinadas situaciones familiares.

EVALUACIÓN DE LAS OPCIONES
Los propietarios de mascotas con problemas de conducta tienen cuatro soluciones posibles:
1. Vivir con el problema tal como es.
2. Reubicar a la mascota en un ambiente más adecuado.
3. Intentar rehabilitar a la mascota a un nivel aceptable.
4. Eutanizar a la mascota.

Vivir con el problema de conducta es difícilmente una solución satisfactoria. Y reubicar o abandonar una mascota a menudo impone desafíos adicionales.

Un cliente que ha decidido que una mascota ya no puede permanecer más en el hogar, a menudo quiere enviarlo a un hogar diferente, a la proverbial “granja en el campo” o a un refugio. Pero reubicar animales con antecedentes de mordeduras, o gatos con problemas de eliminación inadecuada por lo general es difícil y, con el grupo anterior, pelear con restricciones éticas y legales. Los propietarios potenciales a menudo adoptan animales por pena, sin comprender la severidad de los problemas que están adquiriendo. Muchos adoptadores asumen que su amor y empatía por un animal se traducirá en automático en una conducta apropiada de parte de los animales (“Todo lo que él necesita es amor y él estará bien”). Además, muchos grupos de rescate no tomarán a los perros con antecedentes de mordedura, debido a disposiciones legales si el perro muerde a alguien en el nuevo domicilio.

En realidad, la rehabilitación o la eutanasia son la única opción práctica en muchas situaciones. En este artículo, me centro en los factores que pueden influenciar la decisión de los propietarios para rehabilitar o eutanizar mascotas con problemas de conducta, con énfasis en mascotas con trastornos de agresión o por ansiedad.