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Volumen 12, número 4
Jul / Ago 2018 . vol. 12 / núm. 4

La primicia acerca de la pica

Frenando el apetito de los cachorrros por lo que no es alimento (y bueno, excremento)

Por Editores de Veterinary Medicine



Frenando el apetito de los cachorrros por lo que no es alimento (y bueno, excremento)

P ¿Cuál es la mejor manera de ayudar a que los cachorros predispuestos a la pica (y en quienes se han descartado problemas gastrointestinales o parásitos) de que coman cosas que no deben? Aún los propietarios pendientes, no pueden hacerlo todo el tiempo. ¿Existe alguna manera de entrenar a los cachorros para detener esto, de manera que ya no sea un problema de por vida, que necesite posiblemente múltiples cirugías para remover cuerpos extraños?

R La pica se refiere a la ingestión persistente de cosas no alimenticias y se relaciona con coprofagia, es decir, la ingestión de material fecal. Las causas de estas situaciones no se entienden bien. Parece observarse más a menudo en cachorros activos, que buscan estimulación a partir de sus ambientes. Es mejor pensar en la pica y en la coprofagia como hábitos. Y para que ellos se reduzcan necesitan disminuirse o eliminarse durante un tiempo prolongado.

Para manejar tanto a la pica como a la coprofagia los propietarios necesitan:
1. Negarle al cachorro el acceso a cosas no alimenticias. Los propietarios deberán, si es posible, retirar las cosas que el perro está predispuesto a ingerir de su ambiente. Esto puede implicar alzar juguetes alrededor del hogar,o retirar de inmediato la materia fecal de la casa de los cachorros o del patio. También podría significar evitar llevar el perro a zonas donde haya ramas, rocas, etc.

2. Redireccionar al cachorro. Aléjelo de intentos de ingesta. Cuando se lleve al perro a zonas susceptibles (por ejemplo, elimine paseos en el jardín o parque), los propietarios deberán conservar al perro lejos de que ingiera cosas que no sean comida.

3. Dele al cachorro alimentos suficientes y apropiados. Cuando esté fuera de casa, que el propietario intente recompensar al cachorro con bocadillos pequeños y muy apetitosos por responder cuando se le llama por su nombre. La idea es que el cachorro se concentre más en el premio, que en buscar en el ambiente cosas que ingerir.

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